domingo, 30 de diciembre de 2012


Como contarlo... (II)

Y es verdad que la cama era un poco estrecha, pero cuando aparté las bragas de Valérie para acariciarle el coño me emocionó mucho pensar que ella dormía allí a los trece o catorce años.  Los años perdidos, me dije. Me arrodillé a los pies de la cama. le quite del todo las bragas y le di la vuelta hacia mí. Ella cerró la vagina en torno a la punta de mi sexo. Jugué a penetrarla y retroceder unos centímetros, con empujones rápidos, apretándole los pechos con las manos. Ella se corrió con un grito ahogado, y luego se echó a reír a carcajadas.
–mis padres... –susurró–. Todavía no se han acostado.
La penetré otra vez, más profundamente, para correrme yo. Ella me miraba con los ojos brillantes, y me tapó la boca con la mano justo en el momento en que me corrí dentro de ella con un gruñido ronco.

(Michael Houellebecq. Plataforma)


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