EL PRECIO DE UNA BAÑERA
Los niños veíamos todo lo que pasaba. En 1941 ó 1942 unos vecinos denunciaron a unos judíos que vivían en el piso de abajo porque tenían bañera: para quedarse con su apartamento. Cuando se lo reprocharon, dijeron: "¡Cuestión de higiene!".
Jean Rochefort, en una entrevista para El País semanal (nº 1878)
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